Puede parecer que las piedras naturales tienen una energía ilimitada, pero lo cierto es que su energía disminuye con el uso prolongado. La purificación regular es importante para que las piedras revelen su verdadero poder.
Métodos tradicionales de purificación
Se dice que la luz del amanecer a primera hora de la mañana es la más potente y eficaz, pero las gemas sensibles a los rayos UV o al calor no son adecuadas para este método de purificación.
Basta con colocar la piedra energética a la luz de la luna. La mejor luz es la de la luna llena. La luz de la luna nueva es muy eficaz.
La purificación a la luz de la luna no se ve afectada por los rayos UV o el calor y es un método de purificación adecuado para todas las gemas.
El agua corriente natural (como el agua de manantial o de río) o el agua normal del grifo también funcionan. Tras la purificación y la limpieza, seque bien la superficie de la piedra.
La purificación puede realizarse utilizando cristales con potentes energías purificadoras. Basta con colocar la piedra natural sobre un "racimo" de cristales (bloque de piedra original) o sobre un cristal roto en copos.
Este tipo de purificación se realiza utilizando el humo de la salvia blanca (que se dice que utilizaban los nativos americanos en ceremonias sagradas) o del sándalo después de la quema. (Cuidado con el fuego y la ventilación)
Frecuencia de la purificación
No hay un tiempo establecido para la purificación. Normalmente se purifica cuando se nota que la gema se está enturbiando un poco, o cuando ya no se tiene la sensación de que haga efecto, etcétera. Lo mejor es purificar las piedras al menos una vez al mes.